Aunque las emisiones de gases de efecto invernadero aun siguen creciendo, hay razones para la esperanza
Un artículo publicado el 5 de diciembre en Nature –el prestigioso International Journal of Science- firmado entre otros por Christiana Figueres, que fuera Secretaria Ejecutiva de la Convención, y Corinne Le Quéré, directora del Tyndall Centre for Climate Change Research, sostiene que los representantes de más de 190 países que participan de la COP 24 enfrentan una realidad amenazante: las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles han empezado nuevamente a crecer.[1] [2]
Los autores afirman que se estima que en 2018 crecerán las emisiones globales de CO2 más del 2%, que ya habían aumentado en 2017 un 1,6%, luego de haberse amesetado entre 2014 y 2016. Las razones de esta nueva trepada de las emisiones, suponen los autores que se vinculan con el crecimiento en el uso del petróleo y el gas y debido a que algunos países todavía siguen utilizando abundantemente carbón para sostener el crecimiento de sus economías.
